GNOSIS
LA CONCIENCIA Y LA SUBCONCIENCIA
Por: samael aun weor
Después de la destrucción de la Atlántida, la Conciencia humana se dividió en dos.
La primera fue llamada Conciencia y
la segunda, recibió el nombre de subconciencia.
La subconciencia resultó de nuestras formas y maneras equivocadas de vivir.
La subconciencia debería ser Conciencia,
pero desgraciadamente vivimos tan equivocadamente que una de nuestras dos
partes duerme en forma profunda y se denomina subconciencia.
El subconsciente trabaja especialmente durante el sueño del cuerpo físico;
si dicho subconsciente despertara y se tornará todo Conciencia, entonces es claro que
viviríamos durante las horas de sueño totalmente despiertos en las dimensiones
superiores del espacio.
El ser humano posee además del cuerpo físico, un cuerpo molecular con el
cual viaja durante las horas de sueño a muy lejanas distancias;
desgraciadamente el subconsciente sólo nos permite experiencias subconscientes,
subjetivas, vivencias conocidas como sueños.
Quien quiera tornarse consciente durante el sueño debe volver consciente a
su segunda mitad llamada subconsciente.
Si el subconsciente se vuelve consciente, tenemos acceso al conocimiento
trascendental de las dimensiones superiores del espacio.
Antes del sumergimiento de la Atlántida no se había dividido la Conciencia humana y todo era Conciencia, entonces durante el sueño
del cuerpo físico el ser humano viajaba con su cuerpo molecular consciente y
positivamente.
Cuando el ser humano estableció dentro de sí mismo, semejante forma anormal
de ser, la naturaleza se adaptó a esta dualidad concientiva estableciendo dos
sistemas de circulación sanguínea dentro de nuestro organismo.
Cada una de estas circulaciones sanguíneas comienza a provocar el
funcionamiento intensivo de las dos conciencias, y viceversa, el funcionamiento
intensivo de cualquiera de las dos conciencias produce el tipo de circulación
sanguínea correspondiente.
Dentro del organismo humano en la condición del estado de vigilia, el
centro de gravitación de la presión sanguínea se encuentra en una parte del
maravilloso sistema de vasos sanguíneos y durante el sueño en otra parte de los
vasos.
Si el ser humano consigue volver consciente al subconsciente, entonces
durante el sueño de su cuerpo físico puede dedicarse a estudiar las maravillas
de la naturaleza moviéndose con el cuerpo molecular en las dimensiones
superiores del espacio.
Cuando el subconsciente se vuelve consciente se produce un cambio radical
dentro del individuo.
El materialismo nada sabe sobre esta dualidad de la conciencia.
El materialista ignora totalmente todo lo relacionado con la conciencia.
No quieren darse cuenta los materialistas que lo exterior es una simple
proyección de lo interior, si la segunda parte de nuestra conciencia es
subconciencia, es claro que todos nuestros actos resultan absurdos, utópicos,
bárbaros.
Necesitamos con urgencia volver consciente al subconsciente; recordad
querido lector que lo exterior es una mera proyección de lo interior.
El pensamiento sentimiento son los factores determinantes de la vida
exterior.
Lo que somos psicológicamente eso es nuestra sociedad, nuestro país,
nuestra religión.
Si verdaderamente queremos hacer un mundo mejor sin necesidad de
revoluciones de sangre y aguardiente debemos primero efectuar dentro de
nosotros mismos un profundo cambio psicológico.
Todos nuestros errores, toda nuestra forma equivocada de vivir se volvió
subconciencia.
Ahora debemos explorar el subconsciente por medio de la autorreflexión, a
fin de conocer todos nuestros errores profundamente; sólo conociendo a fondo
nuestros errores subconscientes, podemos producir dentro de cada uno de
nosotros un cambio radical.
La regeneración interna debe ser inteligente, no obligada, voluntaria,
completa.
Es absurdo abordar el problema de la existencia desde afuera; cuando
cometemos ese error caemos en el conflicto terrible de la dualidad que embota
la mente y el corazón.
Mientras continúen los errores en el subconsciente, mientras existan en
forma íntima, estamos expuestos a cometer en la vida práctica muy grandes
equivocaciones.
Necesitamos analizar intelectualmente todos nuestros defectos personales, y
luego descubrirlos en el subconsciente con la técnica de la meditación.
Debemos extraer las raíces del mal de entre el subconsciente, sólo así
podemos provocar en nosotros un cambio radical.
Si nos hacemos conscientes de nuestros errores subconscientes el
subconsciente se torna consciente.
Si modificamos lo interno, se transforma lo externo, si realmente queremos
una sociedad sin clases, una sociedad perfecta, sin hambre, sin miseria,
debemos provocar en nosotros un cambio radical interior, debemos acabar con la
dualidad de la conciencia.
Ha llegado la hora de trabajar intensamente para hacernos auto-concientes
en forma íntegra.
Se necesita ser sinceros con nosotros mismos; realmente nadie puede ser
sincero consigo mismo, si no es capaz de experimentar eso que se llama
remordimiento.
Sincerándonos consigo mismos podemos auto descubrirnos; cada vez que
descubrimos algún error comprendemos que éste tiene profundas raíces
subconscientes.
Cada vez que exploramos el subconsciente para extraer la raíz de algún
defecto íntimo, estimulamos a la conciencia a trabajar y despertar.
Toda auténtica transformación social debe venir de adentro, de lo profundo.
La existencia social es determinada por la conciencia y si está dormida, el
resultado es el fracaso.
El ser humano necesita volverse auto-consciente, si es que realmente quiere
ser feliz y hacer de verdad un mundo mejor.
Es necesario despertar el Budhata (la Conciencia)
El mundo actual está lleno de pesadillas, pesadillas de guerras,
revoluciones de sangre y aguardiente, espías, gestapos, fusilamientos,
fronteras, aduanas, hambre, miseria, egoísmo, etc., etc., etc.
Cuando la Conciencia despierte,
se acabarán esas horribles pesadillas que han convertido la vida en un
verdadero infierno.
Todo el mundo vive soñando y lo peor del caso es que nadie cree que tiene
la Conciencia Dormida.
Todos se creen despiertos.
El subconsciente humano tiene ahora y por estos tiempos mayor volumen que
el consciente.
Realmente la humanidad tiene un noventa y siete por ciento de subconsciente
y un tres por ciento de consciente.
Esto significa que la gente anda soñando, trabaja soñando, maneja carros
soñando, etc., etc., etc.
Cuando el yo pluralizado se desintegra totalmente, el subconsciente se
torna consciente.
Quien logra la aniquilación del yo en forma absoluta, adquiere por ese sólo
hecho un cien por cien de Conciencia.
samael aun weor
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