lunes, 19 de octubre de 2015

PARA DESARROLLAR LA FUERZA CONSCIENTE

PARA DESARROLLAR LA FUERZA CONSCIENTE
Por: Jeanne de salzmann

La observación de sí es la función del amo.

Por el momento, no tenemos más que una atención, dirigida ya sea sobre el cuerpo, ya sea sobre la cabeza o el sentimiento.

Con la voluntad del hombre número 1, 2 y 3, y con toda la concentración posible, sólo podemos controlar un centro.

Sin embargo, podemos hacer un esfuerzo y la observación fortalece la atención y aprende a concentrarse mejor.

Uno puede entonces recordarse de sí mismo y, si uno trabaja esto concienzudamente, puede ver lo que hace falta.

Hay dos clases de acción: la automática y la voluntaria.

Querer es lo más importante y lo más poderoso en el mundo, porque permite tener UNA ACCIÓN que no es automática.

Podemos, por ejemplo, tomar algo que deseamos hacer, que no somos capaces de hacer, y volverlo nuestra meta, sin dejar que nada se interponga.

Es nuestra meta única.

Si uno “quiere”, uno puede.

Sin querer jamás se podrá.

Con un querer consciente, todo puede ser obtenido.

Necesito desarrollar UNA ATENCIÓN VOLUNTARIA, es decir, una atención consciente, una fuerza más grande que mi automatismo.

Necesito sentir su falta y tener una atención activamente puesta sobre mí, sobre mi estado, sobre LA RELACIÓN entre mi pensamiento y mi cuerpo.

Siento que ese querer no es mi voluntad habitual, VIENE de un sentimiento nuevo, desconocido.

Una fuerza consciente no puede ser automática.

Solo una atención voluntaria, ese movimiento consciente, que es la apertura a una fuerza superior, tiene el poder de superar el automatismo; ese movimiento consciente, por tanto voluntario, tiene el poder de superar el automatismo.

Pero para eso la atención debe estar siempre ocupada voluntariamente.

Ella puede ser más o menos fuerte, puede disminuir, pero apenas cesa de ser voluntaria, es tomada.

Yo vuelvo a ser fragmentado, y el automatismo recomienza.

La apertura a una fuerza superior debe llegar a ser constante.

Aprendo a tener una sensación continua de mí... al caminar, al trabajar.

Mi atención está completamente ocupada.

Todo el tiempo siento y vuelvo a sentir mi Presencia y al mismo tiempo aparto las asociaciones; mi atención no les permite invadirme.

Tengo la sensación y el sentimiento de mi Presencia, la atención está sobre la sensación.

La cabeza vigila, la atención está ocupada totalmente en mi experiencia.

No me represento nada con palabras o imagenes.

La visión es lo más importante.

Ella sostiene la relación y permite que se forme la energía.

El cuerpo rechaza su manifestación automática porque siente la calidad de esa fuerza.

Se somete a ella para recibir su acción y permitir que se intensifique.

Hay una lucha: una fuerza debe tomar la autoridad y la otra debe aceptarlo.

Todo lo que está disperso se concentra.

La atmosfera se recoge por si misma.

Hay entonces una sensación definida y en cierto momento me siento animado por una energía nueva, un sentimiento de ser.


jeanne de salzmann

domingo, 18 de octubre de 2015

EL CAMINO DE SUBIDA

EL CAMINO DE SUBIDA
Por: jeanne de salzmann

¿Qué es lo que necesitamos para reencontrar una sensación interior, un sentimiento de realidad?

Tenemos que conocer ese camino, aceptando lo que somos y que tal como somos hoy no podemos abrirnos a la realidad en el movimiento de la vida.

Debo conocer el camino que tomo: el camino de subida y el camino de bajada.

Ante todo, aprendo a retirarme, para encontrar en mí algo real que pueda conocer y después regresar hacia la manifestación.

Ante todo debo tener el deseo de ser diferente del que soy por lo común, el deseo de otra calidad.

Estoy completamente vuelto hacia esa percepción de una mejor calidad.

Comprendo que mi pensar habitual, mis emociones habituales y mis sensaciones habituales no me lo darán, y renuncio a mi actitud ordinaria y a mi ilusión de mí mismo.

No puedo hacer nada.

Pero puedo tomar conciencia de la manera en que ocurren las cosas en mí.

Se que hay una posibilidad, una actitud que permitirá la apertura a una energía más alta, pero no soy lo suficientemente consciente de esto.

Estar consciente de esto querría decir que todas mis partes tendrían ese conocimiento.

Para la apertura a una energía más alta, tengo que estar presente a ella, presente con todos mis centros.

Ese acuerdo debe venir de todas las partes de mí mismo.

Es como un mundo que se organiza, cada parte debe voluntariamente tomar su lugar.

El obstáculo principal para la conciencia es la mente que divaga.

Todo lo que me distrae de mi concentración es mi enemigo.

No tengo por que luchar contra ella, tengo que ignorarla, no alimentarla con mi energía, es decir, con mi atención.

Mi pensamiento se mueve demasiado, vibra con todos los choques, porque ingenuamente espero algo de ellos.

Los pensamientos siempre presentes comunican ciertas vibraciones que tienen la propiedad de invadir la conciencia del cerebro.

Pero ciertos pensamientos, si estan presentes, impiden a aquellos traspasar la puerta de la conciencia.

Eso muestra que la mente puede ser la causa de mi esclavitud o de mi liberación.

Podemos separarnos de ese amasijo de pensamientos para llegar a la vibración única de un pensamiento con el cual trato de armonizarme: “¿Quién soy yo?”

Tras el flujo de pensamientos aparece la percepción continua, silenciosa, de Yo.

Entonces no vibro con todos sus choques, sino que permanezco indiferente, no espero nada de ellos.

Me adhiero al choque producido por la pregunta “¿Quien?” hasta que todos los otros pensamientos se hayan sometido.

No es fácil, pero no me permito descorazonarme o tener miedo.

Esta pregunta tiene como meta llevarme a la conciencia.

Y no me aferro a la idea de lograrlo.

Cualquier idea que se le agregue, hasta la idea de la conciencia, es inutil y hasta nociva.

Si otro pensamiento llega, lo reconozco por lo que es y no lo sigo.

Mi mente se tranquiliza y adquiere más firmeza, con el poder de conocer sin la participación del pensamiento.

Cuando mi pensamiento está tranquilo, aparece una sensación de energía más sutil, de una Presencia viva en mí.

Siento que detrás de mis asociaciones hay una vibración que parte de mi cerebro y circula por mi cuerpo, una corriente de energía en los músculos.

La corriente necesaria para una sensación intensa de mí es muy alta, mientras que la que se requiere para cualquier manifestación es mucho menos poderosa.

Asi, para dejar lugar a esta corriente y cerrar su circuito, extiendo la red de mi atención.

La corriente se acumula en las mallas de su red.

Mi atención penetra por todas partes.

Mis músculos más profundos y más pequeños están relajados, pero solamente hasta cierto punto.

Conservan la tensión necesaria para mantener la corriente, ni más ni menos: más, me separaría de mi cuerpo; menos, dejaría escapar la corriente.

Los otros músculos de mi cuerpo están flexibles, libres, sin tensión, listos para ser animados por la corriente menos intensa.

La regulación del tono global influencia el ritmo que emite las ideas y puede, por consiguiente, traer consigo una especie de dominio de las asociaciones.

Hay una tranquilidad, un sentido interior de la realidad.

El recuerdo empieza a ser más completo cuando el sentimiento participa de él.

Y cuando mi atención está dividida, cuando me siento concernido con mis dos aspectos, el sentimiento no puede sino intervenir, no puede permanecer indiferente.

El sentimiento es tocado por la calidad de mi estado o por la falta de armonía.

La energía particular necesaria para el recuerdo solo puede producirse en el momento de un acento muy fuerte del sentimiento.

Antes de esto no hay sino una preparación.

jeanne de salzmann




miércoles, 14 de octubre de 2015

VER CON LA CONSCIENCIA

VER CON LA CONSCIENCIA
COMPRENSIÓN

¿Qué sería decir que vemos?

Decir que vemos sería posible sólo si conociéramos el pasado y el presente.

Pero no vemos y, en consecuencia, nunca podremos convencernos de la existencia de lo que no podemos sentir.
                    
Aquí tenemos la razón de por qué consideramos como realmente existente sólo el círculo que nuestros tentáculos pueden asir en un momento dado.

Más allá de este círculo hay solamente oscuridad e inexistencia.

Pero, ¿tenemos derecho a pensar de este modo?

'Imagínese una consciencia que no esté limitada por las condiciones de la percepción de los sentidos.

Tal consciencia puede elevarse por encima del plano en el que nos movemos; puede ver mucho más allá de los límites del círculo iluminado por nuestra consciencia ordinaria; puede ver que no sólo existe la línea a lo largo de la cual nos movemos, sino también todas las otras líneas perpendiculares a ella que ahora cruzamos, o hemos cruzado antes, o cruzaremos más tarde.

Elevándose por encima del plano esta consciencia podrá ver el plano, asegurarse de que es realmente un plano y no solamente una línea.

Entonces, podrá ver el pasado y el futuro que están juntos y existen simultáneamente.

La consciencia que no está limitada por las condiciones de la percepción de los sentidos puede adelantarse al tonto viajero, escalar una colina, y ver desde la distancia la ciudad hacia la cual aquél se dirige.

Podrá convencerse de que esta ciudad no está siendo construida de nuevo para cuando aquél llegue, sino que ya existe por si misma, muy independientemente de él.

Podrá mirar hacia atrás y ver en el horizonte las torres de la ciudad que el viajero abandonó, y convencerse de que las torres no se derrumbaron, que la ciudad continúa en pie y viva como lo estaba y vivía antes de la llegada del viajero.

Tal consciencia puede elevarse por encima del plano del tiempo y ver la primavera detrás y el otoño delante, ver simultáneamente las flores que se desarrollan y el fruto que madura.
LA CONSCIENCIA
¿La consciencia puede curar al ciego de su ceguera y hacerle ver el camino que recorrió y el que tiene delante?

Puede curar al ciego de su ceguera y hacerle ver el camino que recorrió y el que tiene delante.

El pasado y el futuro no pueden ser inexistentes, pues, si no existen, tampoco existe el presente.

Deben existir juntos en algún sitio, sólo que no los vemos.

El presente, como opuesto al pasado y al futuro, es la más irreal de todas las irrealidades.
                                  
Debemos admitir que el pasado, el presente y el futuro no difieren entre sí de modo alguno, que la única cosa que existe es el presente: el Ahora Eterno de la filosofía india.
             
Maurice Nicoll


martes, 11 de agosto de 2015

LA CONCIENCIA Y LA SUBCONCIENCIA

GNOSIS
LA CONCIENCIA Y LA SUBCONCIENCIA
Por: samael aun weor

Después de la destrucción de la Atlántida, la Conciencia humana se dividió en dos.

La primera fue llamada conciencia y la segunda, recibió el nombre de subconciencia.

La sub conciencia resultó de nuestras formas y maneras equivocadas de vivir.

La sub conciencia debería ser conciencia, pero desgraciadamente vivimos tan equivocadamente que una de nuestras dos partes duerme en forma profunda y se denomina sub conciencia.

El subconsciente trabaja especialmente durante el sueño del cuerpo físico; si dicho subconsciente despertara y se tornara todo conciencia, entonces es claro que viviríamos durante las horas de sueño totalmente despiertos en las dimensiones superiores del espacio.

El ser humano posee además del cuerpo físico, un cuerpo molecular con el cual viaja durante las horas de sueño a muy lejanas distancias; desgraciadamente el subconsciente sólo nos permite experiencias subconscientes, subjetivas, vivencias conocidas como sueños.

Quien quiera tornarse consciente durante el sueño debe volver consciente a su segunda mitad llamada subconsciente.

Si el subconsciente se vuelve consciente, TENEMOS ACCESO al conocimiento trascendental de las dimensiones superiores del espacio.

Antes del sumergimiento de la Atlántida no se había dividido la conciencia humana y todo era conciencia, entonces durante el sueño del cuerpo físico el ser humano viajaba con su cuerpo molecular consciente y positivamente.

Cuando el ser humano estableció dentro de sí mismo, semejante forma anormal de ser, la naturaleza se adaptó a esta dualidad concientiva estableciendo dos sistemas de circulación sanguínea dentro de nuestro organismo.

Cada una de estas circulaciones sanguíneas comienza a provocar el funcionamiento intensivo de las dos conciencias, y viceversa, el funcionamiento intensivo de cualquiera de las dos conciencias produce el tipo de circulación sanguínea correspondiente.

Dentro del organismo humano en la condición del estado de vigilia, el centro de gravitación de la presión sanguínea se encuentra en una parte del maravilloso sistema de vasos sanguíneos y durante el sueño en otra parte de los vasos.

Si el ser humano consigue volver consciente al subconsciente, entonces durante el sueño de su cuerpo físico puede DEDICARSE A ESTUDIAR las maravillas de la naturaleza moviéndose con el cuerpo molecular en las dimensiones superiores del espacio.

Cuando el subconsciente se vuelve consciente se produce un cambio radical dentro del individuo.

El materialismo nada sabe sobre esta dualidad de la conciencia.

El materialista ignora totalmente todo lo relacionado con la conciencia.

No quieren darse cuenta los materialistas que lo exterior es una simple proyección de lo interior, si la segunda parte de nuestra conciencia es sub conciencia, es claro que todos nuestros actos resultan absurdos, utópicos, bárbaros.

Necesitamos con urgencia volver consciente al subconsciente; recordad querido lector que lo exterior es una mera proyección de lo interior.

El pensamiento sentimiento son los factores determinantes de la vida exterior.

Lo que somos psicológicamente, eso es nuestra sociedad, nuestro país, nuestra religión.

Si verdaderamente queremos hacer un mundo mejor sin necesidad de revoluciones de sangre y aguardiente debemos primero efectuar dentro de nosotros mismos un profundo cambio psicológico.

Todos nuestros errores, toda nuestra forma equivocada de vivir se volvió sub conciencia.

Ahora debemos explorar el subconsciente por medio de la autorreflexión, a fin de conocer todos nuestros errores profundamente; sólo conociendo a fondo nuestros errores subconscientes, podemos producir dentro de cada uno de nosotros un cambio radical.

La regeneración interna debe ser inteligente, no obligada, y debe ser voluntaria, completa.

Es absurdo abordar el problema de la existencia desde afuera; cuando cometemos ese error caemos en el conflicto terrible de la dualidad que embota la mente y el corazón.

Mientras continúen los errores en el subconsciente, mientras existan en forma íntima, estamos expuestos a cometer en la vida práctica muy grandes equivocaciones.

Necesitamos analizar intelectualmente todos nuestros defectos personales, y luego descubrirlos en el subconsciente CON LA TÉCNICA DE LA MEDITACIÓN.

Debemos extraer las raíces del mal de entre el subconsciente, sólo así podemos provocar en nosotros un cambio radical.

Si nos hacemos conscientes de nuestros errores subconscientes el subconsciente se torna consciente.

Si modificamos lo interno, se transforma lo externo, si realmente queremos una sociedad sin clases, una sociedad perfecta, sin hambre, sin miseria, debemos provocar en nosotros un cambio radical interior, debemos acabar con la dualidad de la conciencia.
Ha llegado la hora de trabajar intensamente para hacernos auto-concientes en forma íntegra.

Se necesita ser sinceros con nosotros mismos; realmente nadie puede ser sincero consigo mismo, si no es capaz de experimentar eso que se llama remordimiento.

Sincerándonos consigo mismos podemos auto descubrirnos; cada vez que descubrimos algún error comprendemos que éste tiene profundas raíces subconscientes.

Cada vez que EXPLORAMOS EL SUBCONSCIENTE para extraer la raíz de algún defecto íntimo, estimulamos a la conciencia a trabajar y despertar.

Toda auténtica transformación social debe venir de adentro, de lo profundo.

La existencia social es determinada por la conciencia y si está dormida, el resultado es el fracaso.

El ser humano necesita volverse auto-consciente, si es que realmente quiere ser feliz y hacer de verdad un mundo mejor.

Es necesario despertar el Budhata (la Conciencia).

El mundo actual está lleno de pesadillas, pesadillas de guerras, revoluciones de sangre y aguardiente, espías, gestapos, fusilamientos, fronteras, aduanas, hambre, miseria, egoísmo, etc., etc., etc.

Cuando la Conciencia despierte, se acabarán esas horribles pesadillas que han convertido la vida en un verdadero infierno.

Todo el mundo vive soñando y lo peor del caso es que nadie cree que tiene la conciencia dormida. Todos se creen despiertos.

El subconsciente humano tiene ahora y por estos tiempos mayor volumen que el consciente.

Realmente la humanidad tiene un noventa y siete por ciento de subconsciente y un tres por ciento de consciente.

Esto significa que la gente anda soñando, trabaja soñando, maneja carros soñando, etc., etc., etc.

Cuando el yo pluralizado se desintegra totalmente, el subconsciente se torna consciente.

Quien logra la aniquilación del yo en forma absoluta, adquiere por ese sólo hecho un cien por cien de conciencia.

samael aun weor


NUESTRA CONCIENCIA HUMANA

GNOSIS
NUESTRA CONCIENCIA HUMANA 
Por: samael aun weor

A nosotros los Gnósticos, lo único que nos interesa es el despertar de la conciencia.

Nosotros preconizamos la aristocracia del Espíritu y el despertar de la conciencia.

Sólo hay una Gran ALMA, esa ALMA es el Anima Mundi de Platón, el Gran Alaya del Mundo, el Alma Intra-cósmica.

Nuestra conciencia humana no es sino una centella desprendida de la Gran ALMA del Mundo.

Hay que lograr el despertar de la conciencia, para conocer todos los secretos de la vida y de la muerte.

Hay que avivar la llama del Espíritu con la fuerza del AMOR.

Nuestra conciencia debe despertar en planos cada vez más elevados.

Debemos cultivar la cultura de la conciencia.

El conocimiento que no se vuelve conciencia, sólo sirve para dañar el cuerpo Mental.

En el oriente la conciencia se denomina BUDDHI.

El BUDDHI es nuestra conciencia superlativa. El cuerpo Buddhico es nuestra Alma Espiritual.

El que logra el despertar de la conciencia Cósmica, se convierte en un Dios Inefable.

La conciencia Cósmica despierta con la transmutación de la energía sexual, con la muerte del yo, sacrificándonos por el bien de la humanidad, con el dolor, con la música y con la Meditación.

samael aun weor



LA LUZ DE LA CONCIENCIA DIRIGIDA

GNOSIS
LA LUZ DE LA CONCIENCIA DIRIGIDA
Por: samael aun weor

Uno de los problemas más difíciles de nuestra época ciertamente viene a ser el intrincado laberinto de las teorías.

Indubitablemente, por estos tiempos se han multiplicado exorbitantemente por aquí, por allá y acullá las escuelas seudo-esoteristas y seudo-ocultistas.

La mercadería de almas, de libros y teorías es pavorosa, raro es aquel que entre la telaraña de tantas ideas contradictorias logre en verdad hallar el camino secreto.

Lo más grave de todo esto es la fascinación intelectiva; existe la tendencia a nutrirse estrictamente en forma intelectual con todo lo que llega a la mente.

Los vagabundos del intelecto ya no se contentan con toda esa librería subjetiva y de tipo general que abunda en los mercados de libros, sino que ahora y para colmo de los colmos, también se atiborran e indigestan con el seudo-esoterismo y seudo-ocultismo barato que abunda por doquiera como la mala hierba.

El resultado de todas estas jergas es la confusión y desorientación manifiesta de los bribones del intelecto.

Constantemente recibo cartas y libros de toda especie; los remitentes como siempre interrogándome sobre ésta o aquella escuela, sobre tal o cual libro, yo me limito a contestar lo siguiente:

Deje Ud. LA OCIOSIDAD MENTAL; a Ud. no tiene porqué importarle la vida ajena, desintegre el yo animal de la curiosidad, a Ud. no deben importarle las escuelas ajenas, vuélvase serio, conózcase a sí mismo, estúdiese a sí mismo, obsérvese a sí mismo, etc., etc., etc.

Realmente lo importante es conocerse a sí mismo profundamente en todos los niveles de la mente.
Las tinieblas son la inconsciencia; la luz es la conciencia; debemos permitir que la luz penetre en nuestras tinieblas; obviamente la luz tiene poder para vencer a las tinieblas.

Desgraciadamente las gentes se encuentran auto-encerradas dentro del ambiente fétido e inmundo de su propia mente, adorando a su querido ego.

No quieren darse cuenta las gentes de que no son dueños de su propia vida, ciertamente cada persona está controlada desde adentro por muchas otras personas, quiero referirme en forma enfática a toda esa multiplicidad de “yoes” que llevamos dentro.

Ostensiblemente cada uno de esos “yoes” pone en nuestra mente lo que debemos pensar, en nuestra boca lo que debemos decir, en el corazón lo que debemos sentir, etc.

En estas condiciones la humana personalidad no es más que un robot gobernado por distintas personas que se disputan la supremacía y que aspiran al supremo control de los centros capitales de la máquina orgánica.

En nombre de la verdad hemos de afirmar solemnemente que el pobre animal intelectual equivocadamente llamado hombre aunque se crea muy equilibrado vive en un desequilibrio psicológico completo.

El mamífero intelectual en modo alguno es unilateral, si lo fuera sería equilibrado.
El animal intelectual es desgraciadamente multilateral y eso está demostrado hasta la saciedad.
¿Cómo podría ser equilibrado el humanoide racional? Para que exista equilibrio perfecto se necesita de la conciencia despierta.

Solo la luz de la conciencia dirigida no desde de los ángulos sino en forma plena central sobre nosotros mismos, puede acabar con los contrastes, con las contradicciones psicológicas y establecer en nosotros el verdadero equilibrio interior.

Si disolvemos todo ese conjunto de “yoes” que en nuestro interior llevamos, viene el despertar de la conciencia y como secuencia o corolario el equilibrio verdadero de nuestra propia psiquis.

Desafortunadamente no quieren darse cuenta las gentes de la inconsciencia en que viven; duermen profundamente.

Si las gentes estuvieran despiertas, cada cual sentiría a sus prójimos en sí mismos.

Si las gentes estuvieran despiertas, nuestros prójimos nos sentirían en su interior.

Entonces obviamente las guerras no existirían y la tierra entera sería en verdad un paraíso.

La luz de la conciencia, dándonos verdadero equilibrio psicológico, viene a establecer cada cosa en su lugar, y lo que antes entraba en conflicto íntimo con nosotros, de hecho queda en su sitio adecuado.

Es tal la inconsciencia de las multitudes que ni siquiera son capaces de encontrar la relación existente entre luz y conciencia.

Incuestionablemente luz y conciencia son dos aspectos de lo mismo; donde hay luz hay conciencia.

La inconsciencia es tinieblas y éstas últimas existen en nuestro interior.

Solo mediante la auto-observación psicológica permitimos que la luz penetre en nuestras propias tinieblas.

"La luz vino a las tinieblas pero las tinieblas no la comprendieron".

samael aun weor


sábado, 8 de agosto de 2015

QUÉ ES LA CONCIENCIA

GNOSIS
QUÉ ES LA CONCIENCIA
Por: samael aun weor

Es urgente que sepamos que la humanidad vive con la conciencia dormida.

Las gentes trabajan soñando, las gentes andan por las calles soñando, las gentes nacen, viven y mueren soñando.
                              
Cuando hemos llegado a la conclusión de que todo el mundo vive dormido, comprendemos la necesidad de despertar.

Necesitamos el despertar de la conciencia, queremos el despertar de la conciencia.

Las gentes confunden a la conciencia con la inteligencia o con el intelecto y a la persona muy inteligente o muy intelectual, le dan el calificativo de muy consciente.

Nosotros afirmamos que la conciencia en el hombre es fuera de toda duda y sin temor a engañarnos una especie muy particular de "aprehensión" de conocimiento interior, totalmente independiente de toda actividad mental.

La facultad de la conciencia nos da conocimiento íntegro de lo que es, de donde está, de lo que realmente se sabe, de lo que ciertamente se ignora.

La psicología revolucionaria enseña que sólo el hombre mismo puede llegar a conocerse a sí mismo.

Sólo nosotros podemos saber si somos conscientes en un momento dado o no.

El hombre mismo y nadie más que él puede darse cuenta por un instante, por un momento de que antes de ese instante, antes de ese momento, realmente no era consciente tenía su conciencia muy dormida, después olvidará esa experiencia o la conservará como un recuerdo, como el recuerdo de una fuerte experiencia.

Es urgente saber que la conciencia en el animal racional no es algo continuo, permanente.

Normalmente la conciencia en el animal intelectual llamado hombre, duerme profundamente.

Raros, muy raros son los momentos en que la conciencia está despierta; el animal intelectual trabaja, conduce carros, se casa, muere, etc., con la conciencia totalmente dormida y sólo en momentos muy excepcionales despierta.

La vida del ser humano es una vida de sueño, pero él cree que está despierto y jamás admitiría que está soñando, que tiene la conciencia dormida.

Si alguien llegara a despertar, se sentiría espantosamente avergonzado consigo mismo, comprendería de inmediato su payasada, su ridiculez.

Esta vida es espantosamente ridícula, horriblemente trágica y rara vez sublime.

La enseñanza gnóstica tiene por objeto despertar conciencia.

De nada sirven diez o quince años de estudios en la escuela, el colegio y la universidad, si al salir de las aulas somos autómatas dormidos.

No es exageración afirmar que mediante algún gran esfuerzo puede el animal intelectual ser consciente de sí mismo tan sólo por un par de minutos.

samael aun weor