domingo, 25 de enero de 2015

LA CONCIENCIA

LA CONCIENCIA                         
POR: SAMAEL AUN WEOR

Las gentes confunden a la conciencia con la inteligencia o con el intelecto, y a la persona muy inteligente o muy intelectual, le dan el calificativo de muy consciente.

APREHENSIÓN DE CONOCIMIENTO INTERIOR………

Nosotros afirmamos que la conciencia en el hombre es fuera de toda duda y sin temor a engañamos, una especie muy particular de aprehensión de conocimiento interior totalmente independiente de toda actividad mental.

LA FACULTAD DE LA CONCIENCIA………

La facultad de la conciencia nos permite el conocimiento de sí mismos.

¿Qué conocimiento nos da la conciencia?

La conciencia nos da conocimiento íntegro de lo que es, de donde está, de lo que realmente se sabe, de lo que ciertamente se ignora.

La psicología revolucionaria enseña que sólo el hombre mismo puede llegar a conocerse a sí mismo.

Solo nosotros podemos saber si somos conscientes en un momento dado o no.

Sólo uno mismo puede saber de su propia conciencia y si esta existe en un momento dado o no.

El hombre mismo y nadie más que él, puede darse cuenta por un instante, por un momento de que antes de ese instante, antes de ese momento, realmente no era consciente, tenia su conciencia muy dormida, después olvidará esa experiencia o la conservará como un recuerdo, como el recuerdo de una fuerte experiencia.

Es urgente saber que la conciencia en el animal racional no es algo continuo, permanente.

Normalmente la conciencia en el animal intelectual llamado hombre, duerme profundamente.

Raros, muy raros son los momentos en que la conciencia está despierta; el animal intelectual trabaja, maneja carros, se casa, se muere, etc. con la conciencia totalmente dormida, y sólo en momentos muy excepcionales despierta.

La vida del ser humano es una vida de sueño, pero él cree que está despierto y jamás admitiría que está soñando, que tiene la conciencia dormida.

AVERGONZADO CONSIGO MISMO………

Si alguien llegara a despertar, se sentiría espantosamente avergonzado consigo mismo, comprendería de inmediato su payasada, su ridiculez.

Esta vida es espantosamente ridícula, horriblemente trágica y rara vez sublime.

Si un boxeador llegara a despertar de inmediato en plena pelea, miraría avergonzado a todo el honorable público y huiría del horrible espectáculo, ante el asombro de las dormidas e inconscientes multitudes.

Cuando el ser humano admite que tiene la conciencia dormida, podéis estar seguros de que ya comienza a despertar.

Las escuelas reaccionarias de psicología anticuada que niegan la existencia de la conciencia y hasta la inutilidad de tal término, acusan el estado de sueño más profundo. Los secuaces de tales escuelas duermen muy profundamente en un estado prácticamente infraconsciente e inconsciente.

Quienes confunden a la conciencia con las funciones psicológicas; pensamientos, sentimientos, impulsos motrices y sensaciones, realmente están muy inconscientes, duermen profundamente.

Quienes admiten la existencia de la conciencia pero niegan de plano los distintos grados concientivos, acusan falta de experiencia conciente, sueño de la conciencia.

Toda persona que por alguna vez haya despertado momentáneamente, sabe muy bien por experiencia propia que existen distintos grados de conciencia observables en uno mismo.

Primero: tiempo. ¿Cuánto tiempo permanecimos conscientes?

Segundo: frecuencia. ¿Cuántas veces hemos despertado conciencia?

Tercero: amplitud y penetración. ¿De qué se era consciente?

La psicología revolucionaria y la antigua philokalia afirman que mediante grandes super-esfuerzos de tipo muy especial se puede despertar conciencia y hacerla continua y controlable.

La educación fundamental tiene por objeto despertar conciencia.

De nada sirven diez o quince años de estudios en la Escuela, el Colegio y la Universidad, si al salir de las aulas somos autómatas dormidos.

No es exageración afirmar que mediante algún gran esfuerzo puede el animal intelectual ser consciente de sí mismo tan solo por un par de minutos.

Es claro que en esto suelen haber hoy raras excepciones que tenemos que buscar con la linterna de Diógenes, esos casos raros están representados por los hombres verdaderos, BUDDHA, JESÚS, HERMES, QUETZALCOATL, etc.

Estos fundadores de religiones poseyeron conciencia continua, fueron grandes iluminados.

Normalmente las gentes no son conscientes de sí mismas.

La ilusión de ser conscientes en forma continua, nace de la memoria y de todos los procesos del pensamiento.

El hombre que practica un ejercicio retrospectivo para recordar toda su vida, puede en verdad rememorar, recordar cuántas veces se casó, cuántos hijos engendró, quiénes fueron sus padres, sus Maestros, etc., pero esto no significa despertar conciencia, esto es sencillamente recordar actos inconscientes y eso es todo.

Es necesario repetir lo que ya dijimos en precedentes capítulos.

Existen cuatro estados de conciencia.

Estos son: sueño, estado de vigilia, auto-conciencia y conciencia objetiva.

El pobre animal intelectual equivocadamente llamado hombre, sólo vive en dos de esos estados. Una parte de su vida transcurre en el sueño y la otra en el mal llamado estado de vigilia, el cual también es sueño.

El hombre que duerme y está soñando, cree que despierta por el hecho de regresar al estado de vigilia, pero en realidad durante este estado de vigilia continúa soñando.

Esto es semejante al amanecer, se ocultan las estrellas debido a la luz solar pero ellas continúan existiendo aunque los ojos físicos no las perciban.

En la vida normal común y corriente el ser humano nada sabe de la auto-conciencia y mucho menos de la conciencia objetiva.

Sin embargo, la gente es orgullosa y todo el mundo se cree auto-conciente; el animal intelectual cree firmemente que tiene conciencia de sí mismo y de ninguna manera aceptaría que se le dijese que es un dormido y que vive inconsciente de sí mismo.

UNA INTENSA EMOCIÓN………

Existen momentos excepcionales en que el animal intelectual despierta, pero esos momentos son muy raros, pueden representarse en un instante de peligro supremo, durante una intensa emoción, en alguna nueva circunstancia, en alguna nueva situación inesperada, etc.

Es verdaderamente una desgracia que el pobre animal intelectual no tenga ningún dominio sobre esos estados fugaces de conciencia, que no pueda evocarlos, que no pueda hacerlos continuos.

Sin embargo, la educación fundamental afirma que el hombre puede lograr el control de la conciencia y adquirir auto-conciencia.

La psicología revolucionaria tiene métodos, procedimientos científicos para despertar conciencia.

LOS OBSTÁCULOS………

Si queremos despertar conciencia necesitamos empezar por examinar, estudiar y luego eliminar todos los obstáculos que se nos presentan en el camino,


samael aun weor