LA CONCIENCIA
POR: SAMAEL AUN WEOR
Las
gentes confunden a la conciencia con la inteligencia o con el intelecto, y a la
persona muy inteligente o muy intelectual, le dan el calificativo de muy
consciente.
APREHENSIÓN
DE CONOCIMIENTO INTERIOR………
Nosotros
afirmamos que la conciencia en el hombre es fuera de toda duda y sin temor a
engañamos, una especie muy particular de aprehensión de conocimiento interior
totalmente independiente de toda actividad mental.
LA
FACULTAD DE LA CONCIENCIA………
La
facultad de la conciencia nos permite el conocimiento de sí mismos.
¿Qué
conocimiento nos da la conciencia?
La conciencia
nos da conocimiento íntegro de lo que es, de donde está, de lo que realmente se
sabe, de lo que ciertamente se ignora.
La psicología
revolucionaria enseña que sólo el hombre mismo puede llegar a conocerse a sí
mismo.
Solo
nosotros podemos saber si somos conscientes en un momento dado o no.
Sólo uno
mismo puede saber de su propia conciencia y si esta existe en un momento dado o
no.
El hombre
mismo y nadie más que él, puede darse cuenta por un instante, por un momento de
que antes de ese instante, antes de ese momento, realmente no era consciente,
tenia su conciencia muy dormida, después olvidará esa experiencia o la
conservará como un recuerdo, como el recuerdo de una fuerte experiencia.
Es
urgente saber que la conciencia en el animal racional no es algo continuo,
permanente.
Normalmente
la conciencia en el animal intelectual llamado hombre, duerme profundamente.
Raros,
muy raros son los momentos en que la conciencia está despierta; el animal
intelectual trabaja, maneja carros, se casa, se muere, etc. con la conciencia
totalmente dormida, y sólo en momentos muy excepcionales despierta.
La vida
del ser humano es una vida de sueño, pero él cree que está despierto y jamás
admitiría que está soñando, que tiene la conciencia dormida.
AVERGONZADO
CONSIGO MISMO………
Si
alguien llegara a despertar, se sentiría espantosamente avergonzado consigo
mismo, comprendería de inmediato su payasada, su ridiculez.
Esta vida
es espantosamente ridícula, horriblemente trágica y rara vez sublime.
Si un
boxeador llegara a despertar de inmediato en plena pelea, miraría avergonzado a
todo el honorable público y huiría del horrible espectáculo, ante el asombro de
las dormidas e inconscientes multitudes.
Cuando el
ser humano admite que tiene la conciencia dormida, podéis estar seguros de que
ya comienza a despertar.
Las escuelas
reaccionarias de psicología anticuada que niegan la existencia de la conciencia
y hasta la inutilidad de tal término, acusan el estado de sueño más profundo. Los
secuaces de tales escuelas duermen muy profundamente en un estado prácticamente
infraconsciente e inconsciente.
Quienes
confunden a la conciencia con las funciones psicológicas; pensamientos,
sentimientos, impulsos motrices y sensaciones, realmente están muy
inconscientes, duermen profundamente.
Quienes
admiten la existencia de la conciencia pero niegan de plano los distintos
grados concientivos, acusan falta de experiencia conciente, sueño de la
conciencia.
Toda
persona que por alguna vez haya despertado momentáneamente, sabe muy bien por
experiencia propia que existen distintos grados de conciencia observables en
uno mismo.
Primero: tiempo. ¿Cuánto tiempo permanecimos
conscientes?
Segundo: frecuencia. ¿Cuántas veces hemos
despertado conciencia?
Tercero: amplitud y penetración. ¿De qué se era
consciente?
La psicología
revolucionaria y la antigua philokalia afirman que mediante grandes
super-esfuerzos de tipo muy especial se puede despertar conciencia y hacerla
continua y controlable.
La educación
fundamental tiene por objeto despertar conciencia.
De nada
sirven diez o quince años de estudios en la Escuela, el Colegio y la
Universidad, si al salir de las aulas somos autómatas dormidos.
No es exageración
afirmar que mediante algún gran esfuerzo puede el animal intelectual ser
consciente de sí mismo tan solo por un par de minutos.
Es claro
que en esto suelen haber hoy raras excepciones que tenemos que buscar con la
linterna de Diógenes, esos casos raros están representados por los hombres
verdaderos, BUDDHA, JESÚS, HERMES, QUETZALCOATL, etc.
Estos
fundadores de religiones poseyeron conciencia continua, fueron grandes
iluminados.
Normalmente
las gentes no son conscientes de sí mismas.
La
ilusión de ser conscientes en forma continua, nace de la memoria y de todos los
procesos del pensamiento.
El hombre
que practica un ejercicio retrospectivo para recordar toda su vida, puede en
verdad rememorar, recordar cuántas veces se casó, cuántos hijos engendró,
quiénes fueron sus padres, sus Maestros, etc., pero esto no significa despertar
conciencia, esto es sencillamente recordar actos inconscientes y eso es todo.
Es
necesario repetir lo que ya dijimos en precedentes capítulos.
Existen
cuatro estados de conciencia.
Estos
son: sueño, estado de vigilia, auto-conciencia y conciencia objetiva.
El pobre animal
intelectual equivocadamente llamado hombre, sólo vive en dos de esos estados. Una
parte de su vida transcurre en el sueño y la otra en el mal llamado estado de
vigilia, el cual también es sueño.
El hombre
que duerme y está soñando, cree que despierta por el hecho de regresar al
estado de vigilia, pero en realidad durante este estado de vigilia continúa
soñando.
Esto es
semejante al amanecer, se ocultan las estrellas debido a la luz solar pero
ellas continúan existiendo aunque los ojos físicos no las perciban.
En la
vida normal común y corriente el ser humano nada sabe de la auto-conciencia y
mucho menos de la conciencia objetiva.
Sin
embargo, la gente es orgullosa y todo el mundo se cree auto-conciente; el
animal intelectual cree firmemente que tiene conciencia de sí mismo y de
ninguna manera aceptaría que se le dijese que es un dormido y que vive
inconsciente de sí mismo.
UNA
INTENSA EMOCIÓN………
Existen momentos
excepcionales en que el animal intelectual despierta, pero esos momentos son
muy raros, pueden representarse en un instante de peligro supremo, durante una
intensa emoción, en alguna nueva circunstancia, en alguna nueva situación
inesperada, etc.
Es
verdaderamente una desgracia que el pobre animal intelectual no tenga ningún
dominio sobre esos estados fugaces de conciencia, que no pueda evocarlos, que
no pueda hacerlos continuos.
Sin
embargo, la educación fundamental afirma que el hombre puede lograr el control
de la conciencia y adquirir auto-conciencia.
La psicología
revolucionaria tiene métodos, procedimientos científicos para despertar
conciencia.
LOS OBSTÁCULOS………
Si queremos
despertar conciencia necesitamos empezar por examinar, estudiar y luego
eliminar todos los obstáculos que se nos presentan en el camino,
samael
aun weor